La tecnología multisensorial en experiencias virtuales y de realidad virtual (VR) está marcando una nueva era en la creación de experiencias inmersivas. Al ir más allá de la simple estimulación visual y auditiva, se busca engañar al cerebro para que crea que está viviendo una experiencia real al involucrar el máximo número posible de sentidos. En el desarrollo de software de VR, esta aproximación se traduce en una búsqueda constante por innovaciones que integren estímulos hápticos, olfativos, gustativos y térmicos, complementando la ya consolidada oferta audiovisual.
El rol de los dispositivos en esta revolución es fundamental, ya que son los encargados de ofrecer una interfaz entre el mundo virtual y nuestro conjunto de sentidos. Los guantes hápticos, por ejemplo, proporcionan una retroalimentación táctil y de fuerza que simula el tacto y la presión, lo que permite a los usuarios sentir la textura y el peso de los objetos virtuales.
El olfato
El sentido del olfato es quizás uno de los más desafiantes de incorporar en la realidad virtual. Ya se encuentran en el mercado sistemas que se integran con experiencias VR para sincronizar aromas con acciones o escenas específicas. Utilizando mecanismos de dispersión de fragancias, estos sistemas son capaces de liberar olores precisos en momentos clave, mejorando así la inmersión y el recuerdo de la experiencia. La aplicación de esta tecnología es particularmente prometedora en campos como la terapia y la educación, donde el olor puede ser un potente disparador de recuerdos y emociones.
El tacto
En los últimos años hemos visto numerosas propuestas para incorporar sensaciones táctiles en las experiencias de realidad virtual. Desde guantes para poder tener una respuesta en tiempo real en nuestras manos de nuestras acciones en el entorno virtual hasta trajes de cuerpo completo con los que disponer de sensaciones de los pies a la cabeza. Las sensaciones táctiles se generan de múltiples maneras: desde actuadores físicos que bloquean nuestra capacidad de movimiento (por ejemplo, un sistema de guantes que se vuelven rígidos para evitar que podamos cerrar completamente el puño si tenemos un objetivo virtual agarrado) hasta otras tecnologías más avanzadas como pequeños impulsos eléctricos o sistemas de frio-calor integrados en el propio hardware. Un ejemplo de estas tecnologías pueden ser los trajes Tesla Suit – visibles en la cabecera del artículo – o los guantes Bitfrost Pulse VR.
El gusto
En cuanto al gusto, aunque parece el más complicado de reproducir en un entorno virtual, ya hay iniciativas que buscan abordar este sentido. Proyectos como Project Nourished se han aventurado en este terreno, experimentando con estimuladores gustativos que manipulan el sabor de alimentos neutros para hacerlos coincidir con lo que el usuario ve y huele en la realidad virtual. Aunque todavía está en sus primeras etapas de desarrollo, la aplicación de esta tecnología podría revolucionar la forma en que experimentamos la comida y la nutrición.
Simular temperatura
Los dispositivos que simulan temperatura y viento también están contribuyendo al desarrollo multisensorial en VR. Existen sistemas de control de temperatura que utilizan elementos calefactores y enfriadores para replicar sensaciones de calor y frío. También existen dispositivos que proporcionan corrientes de aire que replican el viento y el movimiento del aire en la experiencia virtual. Estas tecnologías pueden ser especialmente útiles para entrenamientos militares y simulaciones de desastres naturales, donde reproducir condiciones ambientales realistas es vital.
Uso de la ubicación del usuario
Uno de los ejemplos más destacados de implementación multisensorial en experiencias inmersivas es el entretenimiento basado en la localización. En estos espacios, las personas pueden experimentar aventuras de realidad virtual que son ricas en estímulos sensoriales. Los participantes pueden sentir el terreno bajo sus pies, los cambios en la temperatura, los olores del entorno e incluso la resistencia del agua, lo que crea una experiencia de VR verdaderamente envolvente y de gran impacto en el usuario.
Conclusión
La investigación y el desarrollo continuos en el ámbito de la tecnología multisensorial están expandiendo las fronteras de lo que es posible en el mundo del software de VR. No sólo se están creando experiencias más realistas y convincentes, sino que también se está abriendo el camino hacia aplicaciones prácticas en la educación, la formación, el entretenimiento y la rehabilitación. Con el tiempo, conforme la tecnología multisensorial se haga más sofisticada y accesible, las experiencias VR se integrarán aún más en nuestra vida cotidiana, ofreciendo posibilidades antes inimaginables en la interacción humana con los entornos digitales.
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